Donde las semanas habían pasado raudas como el rayo ahora pasaban con lenta parsimonia. David ya sabia lo que podia hacer en Amsterdam con los cuatro duros que le daba su curro de mierda: comprar unos gramitos de yerba y hash para la semana, comer barato y tomarse 4 pintas a la semana con sus colegas, pero 4; ni una mas o entonces habria bancarrota.
En esa espiral de vida cada vez mas monotona (ya no le importaban una mierda los pajaritos comiendo migajas del suelo, ni el brillo de los canales, ni el verde de los arboles... ni siquiera las guirirs que pasaban por la tienda con sus ojitos de todos los guinyos y colores). Cuando el hambre apretaba, solo el dinero podia saciarla, y teniendo los vicios caros que el tenia, para comer lo cierto es que quedaba poco.
domingo, 28 de abril de 2013
lunes, 15 de abril de 2013
Cayendo en el hastío. La rutina que llevó a David a follarse una puta de Amsterdam por primera vez.
Salía poco de su agujero, lo cual era normal con la ridícula cantidad que ganaba en la tienda de souvenirs. Trabajar cada fin de semana tampoco le ayudaba en absoluto. Para colmo, cuando salía, lo hacía con sus amigos, los que heredase a su llegada, los de su amigo Julio y algún guiri más que había conocido en la tienda, pero con los que no sentía la misma conexión. Se tomaban unas cervezas, se fumaban unos canutos y cuando querían darse cuenta, ya estaban todos bien borrachos.
David había alargado hasta la extenuación su sensación de "recién llegado a la ciudad", forzándose a disfrutar casi de cualquier cosa, y así había llegado a sentarse a mirar canales, a soltar restos de comida para que los pájaros -de todo tipo- viniesen sin escrúpulos a sus pies a comer, a seguir preciosidades en la bicicleta, a fumarse cigarros observando a la gente pasar, a leer todos los letreros en holandés que encontrase... y sin embargo, estancado con su sueldo y sus horarios imprevisibles, sentía que necesitaba dar un paso adelante.
David había alargado hasta la extenuación su sensación de "recién llegado a la ciudad", forzándose a disfrutar casi de cualquier cosa, y así había llegado a sentarse a mirar canales, a soltar restos de comida para que los pájaros -de todo tipo- viniesen sin escrúpulos a sus pies a comer, a seguir preciosidades en la bicicleta, a fumarse cigarros observando a la gente pasar, a leer todos los letreros en holandés que encontrase... y sin embargo, estancado con su sueldo y sus horarios imprevisibles, sentía que necesitaba dar un paso adelante.
sábado, 13 de abril de 2013
"Lista de bares donde se pueden fumar porros... y tabaco" (1)
De mi vida hay mucho que contar, aunque últimamente no me apetece volcar mucho aquí. Lo haré, aunque todo a su debido tiempo. He necesitado reencontrarme un poco conmigo mismo después de todo lo que estaba pasando, porque me veía cayendo en la rutina, y eso a mi siempre me jode bastante.
Hoy os voy a dejar una lista de algunos de los bares de Amsterdam que conozco.
Puedes fumar porritos y tabaco tranquilamente en la Smoking Area de:
Hoy os voy a dejar una lista de algunos de los bares de Amsterdam que conozco.
Puedes fumar porritos y tabaco tranquilamente en la Smoking Area de:
jueves, 11 de abril de 2013
"Cómo me gané 100 euros a costa de Risto Mejide"
Tampoco se lo reprocho: se puede vivir muy bien de eso y así lo hace. Bravo. Sin embargo ayer, gracias a
su existencia, me embolsé 100 pavetes que me vienen genial.
Risto, para quien no lo sepa, es publicista, pero se hizo famoso en la tele española por... guglead, malditos *buscad en google!
Fui con Jess y Chispita a un coffeeshop a fumarnos un buen trócolo, nos apetecía reírnos un poco. Hablando, salió el tema "redes sociales", y de ahí derivó a su rama de especialización más cool (todavía de momento): twitter.
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jueves, 4 de abril de 2013
"Revelations"
Amo este blog porque puedo contar todo, y anoche no tuve un sueño húmedo, ni erótico, ni sensual o pasional. Sin ser eso, fue similar a todo eso y más al mismo tiempo, y aunque tema no poder captar con palabras el encanto del hechizo, creo que merece la pena intentarlo.
Sólo supe que soñaba al final, cómo no. Siempre sucede lo mismo. De eso que te despiertas y sin embargo matarías por volver, por qué tuviste que despertar?
Fue corto, apenas una imagen, pero fue tan vívida que la entendí como algo conectado con la realidad. Soy de esos que creen que algo tienen que ver, aunque no tenga ni pajolera idea de qué es.
Yo entraba a un dormitorio, que me recordaba mucho al de mis padres cuando era pequeño. No era el mismo, pero sí muy parecido. Entraba agotado, empapado en lluvia y un poco ansioso (ni idea de por qué). Entonces, al lado de la cama y la ventana, me percaté de que estaba ella.
Y ella no era otra que "ella". Su rostro no era conocido, jamás la había visto, pero juro que fue lo más bonito que he visto en mi vida. Para mi sorpresa era morena, y no recuerdo el color de sus ojos pero sí su mirada profunda a la vez que serena, reconfortándome. "Has llegado a casa, tranquilo", parecía decir, aunque no llegase a hablarme.
Nos besamos con una ternura y pasión entrelazadas de tal forma que no parecía humano, y desde luego nunca antes había experimentado lo mismo.
Durante aquel beso que en realidad nunca di, sentí varias cosas como verdades universales irrefutables. No preguntéis por qué, a estas alturas supongo que muchos ya pensaréis que estoy tarado, o qué se yo. Lo que es cierto es que sentí que aquella musa de mi sueño, real o no, simbolizaba mi llegada culminante con triunfo en el combate; la calma de una felicidad que está escrita en algún lugar para mi. Creo que es tan personal que no podríais comprenderlo. Sin embargo sé bien que ese sueño significa algo. No me pidáis que cuente todo, esta vez mi rubor me ha autocensurado.
Será otra pista, una señal?
Sólo supe que soñaba al final, cómo no. Siempre sucede lo mismo. De eso que te despiertas y sin embargo matarías por volver, por qué tuviste que despertar?
Fue corto, apenas una imagen, pero fue tan vívida que la entendí como algo conectado con la realidad. Soy de esos que creen que algo tienen que ver, aunque no tenga ni pajolera idea de qué es.
Yo entraba a un dormitorio, que me recordaba mucho al de mis padres cuando era pequeño. No era el mismo, pero sí muy parecido. Entraba agotado, empapado en lluvia y un poco ansioso (ni idea de por qué). Entonces, al lado de la cama y la ventana, me percaté de que estaba ella.
Y ella no era otra que "ella". Su rostro no era conocido, jamás la había visto, pero juro que fue lo más bonito que he visto en mi vida. Para mi sorpresa era morena, y no recuerdo el color de sus ojos pero sí su mirada profunda a la vez que serena, reconfortándome. "Has llegado a casa, tranquilo", parecía decir, aunque no llegase a hablarme.
Nos besamos con una ternura y pasión entrelazadas de tal forma que no parecía humano, y desde luego nunca antes había experimentado lo mismo.
Durante aquel beso que en realidad nunca di, sentí varias cosas como verdades universales irrefutables. No preguntéis por qué, a estas alturas supongo que muchos ya pensaréis que estoy tarado, o qué se yo. Lo que es cierto es que sentí que aquella musa de mi sueño, real o no, simbolizaba mi llegada culminante con triunfo en el combate; la calma de una felicidad que está escrita en algún lugar para mi. Creo que es tan personal que no podríais comprenderlo. Sin embargo sé bien que ese sueño significa algo. No me pidáis que cuente todo, esta vez mi rubor me ha autocensurado.
Será otra pista, una señal?
martes, 2 de abril de 2013
"Esperando a Julio"
De repente nos hemos vuelto todos medio locos de alegría, y todo porque, a pesar de hacer 7 u 8 grados, el sol lleva dos días de visita, y claro, cuesta creerlo. Así que la euforia se dispara y el ánimo se regenera. La ciudad ha estado hasta arriba de turistas, y eso también da vida.
No ha sido lo único que me levanta un poco el ánimo. Después de una semana haciéndonos los indignados después de nuestro encontronazo en la fiesta de Carmen, Jess y yo hemos vuelto a hablarnos.
viernes, 29 de marzo de 2013
"Retos estúpidos de Amsterdam: robar un mechero"
Me pongo firme y me cuadro, justo en el centro de la tienda, sobre los dos escalones que separan los dos niveles. Miro hacia la puerta, con aspecto inquebrantable, cierta chulería impostada. La gente entra por ambos lados del expositor que divide el espacio: algunos buscan camisetas, otros grinders para picar la marihuana, otros algo que comprar a sus sobrinos, y otros, muchos, son sólo curiosos. No falta el que quiere hacer, y hace, fotos a la tienda. Una de nuestras misiones es vigilar y controlar el robo de artículos, especialmente mecheros.
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jueves, 28 de marzo de 2013
"Amigos por decreto"
La conocí nada más llegar a la ciudad, en casa de Julio, donde se había instalado meses antes. En cuanto la vi supe que estaba ante un carácter sin duda especial, con una personalidad muy marcada. Jess es preciosa y, a sus 24 primaveras intensamente vividas, ya lo ha escuchado veces suficientes para créerselo. Es menuda, pero no baja, y destaca su larga negra lisa cabellera, enalteciendo un rostro llamativo de por sí, de acuerdo a cánones universales. Fue verla y constatar su belleza, pero también desconfiar. Se movía con suma facilidad en la conversación, con la tranquilidad de quien sabe -o cree- que todos están de su lado de todos modos. Más allá de su agradable amabilidad al principio, tras un par de conversaciones con ella no tuve más remedio que ponerla en cuarentena: no me inspiran confianza las personas que en su amor propio incorporan una dosis incluso mayor de desprecio ajeno, las personas que basan su poder y su fuerza mayormente en su imagen.
Sin embargo, y pese a saber que ese derroche de energía que es Jess es un peligro potencial para cualquiera, comprendí también desde esa primera semana que Jess es muy similar a mi. Los mismos arrebatos de grandeza, la misma querencia por la palabra, la misma neura y flujo de pensamiento constante... y hasta la misma rabia si las cosas no salen como queremos, si las personas nos niegan nuestra razón. Es un cruel espejo; pero fue como si comprendiese que ella había aparecido en el cuento de mi vida con algún propósito claro, concreto: el narrador que estuviese diseñando mi historia tenía muy clara su necesaria venida.
Sin embargo, y pese a saber que ese derroche de energía que es Jess es un peligro potencial para cualquiera, comprendí también desde esa primera semana que Jess es muy similar a mi. Los mismos arrebatos de grandeza, la misma querencia por la palabra, la misma neura y flujo de pensamiento constante... y hasta la misma rabia si las cosas no salen como queremos, si las personas nos niegan nuestra razón. Es un cruel espejo; pero fue como si comprendiese que ella había aparecido en el cuento de mi vida con algún propósito claro, concreto: el narrador que estuviese diseñando mi historia tenía muy clara su necesaria venida.
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martes, 26 de marzo de 2013
"11:11 : Perseguido por los números"
No me es fácil contar esto, pero tampoco son mis mejores momentos desde que llegué y quizá necesite consejo. Hace meses, muchos meses, empecé a ver números que se repiten. Todo empezó con el 11, aunque semanas después comencé a ver secuencias con el 22, el 33, el 44... Eso sí, el 11 sigue en todos sitios.
lunes, 25 de marzo de 2013
"La fiesta en casa de Carmen"
Desde luego me las prometía muy felices la semana pasada, centrado sólo en pasar a otra fase y seguir mejorando, pero a veces, muchas, la vida es demasiado hija de puta como para darte tanto cuartelillo. Curré todo el finde, pero aun así me escaqueé un rato el viernes a la fiesta internacional a la que quería ir. Eran amigos de Jessy, gente de su curro y algunos españoles más que ya conocía de antes, incluidas Carmen y Chispita, ahora ya caras muy habituales tras decenas de cafés con peta.
En la fiesta todo bien mientras todo estuvo bien. Me estuve riendo con la colección de sujetos variopintos que había, todos cocidos ya o a medio cocer: ucranianos locos, alemanes seriotes, polacos bonachones, algunos holandeses paniaguados por supuesto y algunos españoles liándola, su rol favorito. Bebimos ponche, calimocho y cerveza, y hasta nos hinchamos de lomo, salchichón y tortilla de patatas, gentileza de Carmen.
En la fiesta todo bien mientras todo estuvo bien. Me estuve riendo con la colección de sujetos variopintos que había, todos cocidos ya o a medio cocer: ucranianos locos, alemanes seriotes, polacos bonachones, algunos holandeses paniaguados por supuesto y algunos españoles liándola, su rol favorito. Bebimos ponche, calimocho y cerveza, y hasta nos hinchamos de lomo, salchichón y tortilla de patatas, gentileza de Carmen.
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sábado, 23 de marzo de 2013
Sin prisa ni miedo
Secretamente, le empezaba a pesar la propia pereza, la falta de voluntad. Seguía, y se sentía, demasiado atado a los porros. Vale, todo muy bonito desde su llegada, pero... más allá de fumar legalmente y haber descubierto postales maravillosas y tomado algunas pintas con personajes extravagantes... qué más había en la vida para él?
Su posición en España era más que decente, casi ventajosa, pero le quedaba corta. Tenía correa larga, pero todavía era correa, y él era demasiado libre. Y tenía un compromiso, el compromiso de crecer, de no parar de hacerlo porque sabía que era la única puerta a la felicidad, a su propia autorrealización. Por eso la conciencia empezaba a castigarle. Por un lado, se decía, estaba empezando a cuidarse un poco, a hacer flexiones y pesas, además de seguir practicando sus ejercicios tántricos, casi devotamente. Pero por otro seguía fumando más de cinco canutos diarios, y lo que era peor, empezaba a notar escandalosamente cómo su tolerancia en sangre había aumentado hasta un punto donde fumar apenas le colocaba. Increíble. En el país de la yerba, con la marihuana más potente del mundo, y necesitaba más de un gramo para sentir su estado alterarse.
Su posición en España era más que decente, casi ventajosa, pero le quedaba corta. Tenía correa larga, pero todavía era correa, y él era demasiado libre. Y tenía un compromiso, el compromiso de crecer, de no parar de hacerlo porque sabía que era la única puerta a la felicidad, a su propia autorrealización. Por eso la conciencia empezaba a castigarle. Por un lado, se decía, estaba empezando a cuidarse un poco, a hacer flexiones y pesas, además de seguir practicando sus ejercicios tántricos, casi devotamente. Pero por otro seguía fumando más de cinco canutos diarios, y lo que era peor, empezaba a notar escandalosamente cómo su tolerancia en sangre había aumentado hasta un punto donde fumar apenas le colocaba. Increíble. En el país de la yerba, con la marihuana más potente del mundo, y necesitaba más de un gramo para sentir su estado alterarse.
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Amsterdam, The Netherlands
viernes, 22 de marzo de 2013
"Prohibido fumar tabaco"
En Amsterdam es bien sabido, pero cuando llegas de fuera choca, como no. En los coffeeshops se pueden fumar porros, pero no tabaco; cosas graciosas de las graciosas leyes holandesas. Por supuesto esto tambien hay que encajarlo en la doble moral de estos falsos hipocritas que son los dutchies (sorry, but true). Y es que, aunque no sea la primera vez, ayer en el Abraxas me lo volvieron a hacer.
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jueves, 21 de marzo de 2013
"Abuso laboral en toda regla"
Basta. No tengo ganas ni de escribir. Iba a trabajar hoy 8 horas en la tienda, y me viene bien porque cobro por horas y tampoco trabajo muchas. Pero claro, lo que no me gusta es que, sin aviso previo ni antelación alguna, me digan que me tengo que quedar 3 más. Así que hoy he currado once, nada menos. Lamento hablar así, pero empiezo a estar bastante hasta la polla. No se puede vivir así. Para colmo me han confirmado que trabajo el fin de semana, y hay una fiesta a la que quería ir. Tengo que encontrar algo como sea, esto no es vida.
Espero tener mejor ánimo manyana, lo siento. El mundo y la vida no han cambiado tanto, todo sigue siendo una mierda. O por lo menos un poco.
Espero tener mejor ánimo manyana, lo siento. El mundo y la vida no han cambiado tanto, todo sigue siendo una mierda. O por lo menos un poco.
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miércoles, 20 de marzo de 2013
"Benditas galletas Triple Chocolate del Albert Heijn"
Lo admito, tengo personalidad adictiva. Me he enganchado totalmente a las galletas de tres chocolates del Albert Heijn, que es como el Mercadona de aquí. Es increíble cómo se deshacen los tres tipos de chocolate en la boca, con las perlitas de chocolatina que recubren la galleta.
Sólo de pensarlo se me hace la boca agua. Si estás muy fumado, no hay nada mejor que puedas comer. Y si te gusta mucho el chocolate... amigo, estás perdido. Si encima, además, tienes la suerte de pillarlas recién hechas (porque las hacen en la panadería de allí mismo), es que va a ser tu día de suerte. Bienvenido al universo de mis tentaciones.
Sólo de pensarlo se me hace la boca agua. Si estás muy fumado, no hay nada mejor que puedas comer. Y si te gusta mucho el chocolate... amigo, estás perdido. Si encima, además, tienes la suerte de pillarlas recién hechas (porque las hacen en la panadería de allí mismo), es que va a ser tu día de suerte. Bienvenido al universo de mis tentaciones.
martes, 19 de marzo de 2013
"Elder, el otro judío de la tienda"
No es que lo sospeche, es que lo sé, es obvio y no se esconden: mi tienda la lleva un clan judío que funciona casi como una mafia. Sólo así se explican las maravillosas atenciones con que se despacha mi jefe, Levy, de Tel-Aviv, con todos los israelitas que se dejan caer por la tienda, ya sea buscándole específicamente o fortuitamente como clientes ricachones dispuestos a tomar Amsterdam en sus maletas en forma de inmortal -y material- recuerdo. Por eso no es de extranyar que contratase a Elder.
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lunes, 18 de marzo de 2013
"Cuando el frío te toca los... ánimos"
No puede ser, es increíble pero cierto. El frío no se va nunca aquí. Tuvimos 8 grados hace una semana, pero fueron tres días, sólo un espejismo. Llevo como un mes sin terminar de curar bien el gripazo que me sacudió. Me duró 3 días, pero aún arrastro una moquera considerable. Aquí, pintando la cosa así, si no te superabrigas... estás básicamente bien jodido. Se te congelarán las orejas, la nariz, la nuca... Para hacerlo más tarde que pronto, os aconsejo que lo hagáis enseguida: si venís a Amsterdam estos días, iros cagando leches a una tienda que se llama HEMA, y buscad pantalones y camisetas interiores, a ser posible térmicas. Las venden a 10 euros, y os podrían -sin exagerar- salvar la vida. Al menos no os la harán más corta, y sí más calentita.
domingo, 17 de marzo de 2013
"Estan intentando sacar un cadaver del agua al lado de la casa de Ana Frank. Ahora mismo."
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Sociedad
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Jordaan, Jordaan
sábado, 16 de marzo de 2013
"Cómo comprar un paquete de tabaco en Amsterdam"
A veces comprar tabaco en Amsterdam puede resultar toda una aventura. Estos holandeses son unos ratas acaparadores, unos malditos calvinistas exacerbados, y hasta comprando tabaco te llegas a dar cuenta, porque tampoco lo esconden. De entrada vas a pagar entre 5 o 6 euros por veinte cigarrillos, que ya está bien, la verdad. Con las 40 palabras de mierda que he aprendido en holandés me apanyo para poder decir algo así como /mag ik een lucky strike, alstublief? (puede darme un lucky strike, por favor?) y entonces, casi sin excepción, estés en la tienda que estés, te dirán, en inglés: "you want lucky strike?" y entonces es cuando ocurre. Se te pone cara de gilipollas y te quedas ahí mirando por un segundo sin saber muy bien qué está pasando. Y qué pasa si yo es que, mire usted, no hablo inglés? O...por qué no sigo tus reglas y te contesto ahora en espanyol, la segunda lengua más expandida? La primera vez que te pasa crees que es de buena fe, porque crees en la bondad universal (tú, pobre iluso). Pero luego te das cuenta que lo hacen adrede, que marcan una barrera que te recuerda que, de algún modo, no eres igual, no eres de aquí. Es una acusación fuerte, sí, pero es lo que hay.
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viernes, 15 de marzo de 2013
"Sexo y lujuria como drogas alternativas"
No me hubiera costado nada hacer las cosas bien con Diana. Supongo que dejas de hacer las cosas bien cuando no te importan demasiado las personas, aunque no esté bien decirlo ni hacerlo. Diana venía a follar, y punto. Sí, alguna vez comíamos juntos o cenábamos, y alguna vez vimos alguna película, pero venía a follar.
Ni lo nuestro iba en serio ni jamás hubiera funcionado, era más como un alivio necesario, satisfacer puras necesidades fisiológicas universales. Era -y es aún, supongo- una tía de puta madre. Con ella nada era un problema, y siempre reía, y todo era bueno. La primera noche que se vino a mi casa fue un desastre: ambos estábamos muy cachondos, y duramos en el sofá del salón apenas un minuto, porque a ella le faltó tiempo para pedirlo: "Por qué no vamos a tu habitación?" Esa noche había bebido bastante, y me habían invitado a unas cuantas rayas, por lo que no hubo manera de poner dura "la cosa".
Ni lo nuestro iba en serio ni jamás hubiera funcionado, era más como un alivio necesario, satisfacer puras necesidades fisiológicas universales. Era -y es aún, supongo- una tía de puta madre. Con ella nada era un problema, y siempre reía, y todo era bueno. La primera noche que se vino a mi casa fue un desastre: ambos estábamos muy cachondos, y duramos en el sofá del salón apenas un minuto, porque a ella le faltó tiempo para pedirlo: "Por qué no vamos a tu habitación?" Esa noche había bebido bastante, y me habían invitado a unas cuantas rayas, por lo que no hubo manera de poner dura "la cosa".
martes, 12 de marzo de 2013
Un flipado en bicicleta
David tuvo sus trabajo de mierda los primeros meses, los primeros tres meses, para ser concretos.
Durante ese tiempo no necesitó nada más. Sabía que en ningún sitio ataban los perros con longaniza, y pensaba que, para lo que él quería, que era olvidarse del mundanal ruido, del estrés y el caos del bullicio de la sociedad, lo mejor era eso: tener un curro cualquiera que le pagase las facturas y a vivir. Y desde luego, en Amsterdam no se vivía mal, aun siendo medio pobre. Todavía podía dedicarse a fumar y fumar yerba y hash de la mejor calidad y olvidarse de cualquier cosa que produjese un mínimo dolor de cabeza.
Durante ese tiempo no necesitó nada más. Sabía que en ningún sitio ataban los perros con longaniza, y pensaba que, para lo que él quería, que era olvidarse del mundanal ruido, del estrés y el caos del bullicio de la sociedad, lo mejor era eso: tener un curro cualquiera que le pagase las facturas y a vivir. Y desde luego, en Amsterdam no se vivía mal, aun siendo medio pobre. Todavía podía dedicarse a fumar y fumar yerba y hash de la mejor calidad y olvidarse de cualquier cosa que produjese un mínimo dolor de cabeza.
martes, 26 de febrero de 2013
"Deporte y tantra"
No había escrito nada, ni quiero, pero el día de los enamorados lo pasé mal recordando dónde y cómo estaba hace un anyo. La ciudad está llena de angelitos rubios por cada rincón, y los culitos perfectos que se ven sobre las bicis han hecho mi delirio por unos meses, pero tengo que empezar ya a salir más y conocer gente, porque la líbido a veces me domina. Como consecuencia directa de esto, he tomado dos decisiones importantes: hacer deporte y volver a retomar las prácticas de tantra que inicié en Madrid hace dos anyos.
El otro día me descubrí cayendo en pensamientos que me asustan, no quiero echar de menos ni el amor ni el sexo, aunque la carencia del último ya escuece a raudales. Trato de evitar el barrio rojo, porque si paso por las ventanas, aquellas esculturales figuras se me clavarán en las pupilas, tatuándome el deseo y encadenándolo a los cristales, condenándome al inevitable pecado. No soy putero, pero no podría evitar eternamente la insinuación femenina tan explícita. Y qué decir del neón, del rojo, la lencería reflectante.
Tenía que hacer algo con toda esa energía. La solución fácil, viviendo solo, hubiera sido correr las persianas, bajarme el pantalón y darme placer como un adolescente enrabietado con la inspiración de alguna diva del sexo, gentileza del videoservidor de porno gratuito de turno. Pero los descubrimientos que he hecho los últimos anyos me obligan a aprovechar las infinitas posibilidades energéticas del sexo.
El otro día me descubrí cayendo en pensamientos que me asustan, no quiero echar de menos ni el amor ni el sexo, aunque la carencia del último ya escuece a raudales. Trato de evitar el barrio rojo, porque si paso por las ventanas, aquellas esculturales figuras se me clavarán en las pupilas, tatuándome el deseo y encadenándolo a los cristales, condenándome al inevitable pecado. No soy putero, pero no podría evitar eternamente la insinuación femenina tan explícita. Y qué decir del neón, del rojo, la lencería reflectante.
Tenía que hacer algo con toda esa energía. La solución fácil, viviendo solo, hubiera sido correr las persianas, bajarme el pantalón y darme placer como un adolescente enrabietado con la inspiración de alguna diva del sexo, gentileza del videoservidor de porno gratuito de turno. Pero los descubrimientos que he hecho los últimos anyos me obligan a aprovechar las infinitas posibilidades energéticas del sexo.
sábado, 16 de febrero de 2013
"Tomando aliento en Amstel"
Hoy he parado a respirar junto al puente de Amstel por un rato. No muy lejos hay un banquito, y a eso de las cuatro ha hecho sol. Yo volvía en mi bici desde el centro, hacia casa, pero sabía que iba a encerrarme y fumar mil canutos, probablemente ver algunos vídeos de los temas locos que me interesan, cenar fuerte y fumar de nuevo hasta morir. Sin embargo me he revelado: no puedo entregarme a esta vida de turista eternamente, tengo que fumar menos y aprender a vivir sin gastar, así que he decidido pararme... a fumar un par de petas pensando en mis cosas.
Me tranquilizan las aguas quietas de los canales, ver las casas flotantes al otro lado del canal. La gente allí hace sus vidas despreocupada, a algunos puedes verlos desde lejos: haciendo la colada, viendo la tele, tocando el piano o incluso haciendo sus flexiones y ejercicios. Me ha hecho pensar. Qué bien estaría terminar encontrado una casita así, algún día. No es fácil lo de la casa por aquí, aunque yo tuviera suerte con la mía. Me quedan dos meses para dejarla y he empezado a buscar, pero los precios son abusivos y no hay nada para uno solo. Compartir casa te pone en la situación de tener que afrontar innumerables castings a lo "Gran hermano" que al final sólo derivan en tardes improductivas buscando casas en Google maps y pasando frío con la bicicleta.
Me tranquilizan las aguas quietas de los canales, ver las casas flotantes al otro lado del canal. La gente allí hace sus vidas despreocupada, a algunos puedes verlos desde lejos: haciendo la colada, viendo la tele, tocando el piano o incluso haciendo sus flexiones y ejercicios. Me ha hecho pensar. Qué bien estaría terminar encontrado una casita así, algún día. No es fácil lo de la casa por aquí, aunque yo tuviera suerte con la mía. Me quedan dos meses para dejarla y he empezado a buscar, pero los precios son abusivos y no hay nada para uno solo. Compartir casa te pone en la situación de tener que afrontar innumerables castings a lo "Gran hermano" que al final sólo derivan en tardes improductivas buscando casas en Google maps y pasando frío con la bicicleta.
lunes, 4 de febrero de 2013
"Fase 2 ya, por favor!"
A veces me siento un mierda egoísta, una mala persona aunque sepa o piense que no lo soy. En el fondo, con la ilusión de la llegada había ignorado y pasado por alto todas las cosas que me podían llegar a irritar. Metido en mi traje de explorador aventurero, de místico en busca de luz, me resbalaba un poco todo lo molesto, y prefería ver sólo las risas y los lados dulces de las cosas y situaciones. Debe ser la escasez de dinero, y de tiempo, y hasta de amistades, la que me está predisponiendo a pensar y sentir cosas que no quiero. Iré por partes.
Chispita es graciosa aunque menudita, y admitiré que bastante mona de cara. Tiene unos labios que pueden evocar grandes fantasías sexuales, y desparpajo como ella sola. Una pena que sea espanyola, porque vine con bastante prejuicio a mis paisanos y con exacerbadas ganas de follarme cuantas guiris pudiera. Siempre me ha puesto bastante cachondo eso de compartir peripecias en la cama en otros idiomas. Chispita es amiga de amigos comunes, y lleva poco en la ciudad también. Una tarde de esas de café con porrito, Chispita se me abrió emocionalmente y me contó lo mal que lo había pasado por culpa de su novio en Espanya antes de venir. Yo estaba en grandes momentos de inspiración, con una vibración alta, y le hablé demasiado bien y con consejos demasiado acertados. Lo cinematográfico de mi tono de voz debió hacer el resto, porque Chispita quedó prendada de mi en ese preciso momento: lo supe. Han sido muchos cafés desde entonces, aunque he intentado evitarla, porque no quiero nada. Igual debería follármela, igual me vendría bien, igual no debería ni cuestionármelo, pero siempre he sido un poco especial y perezoso, y las chicas que me han gustado me han tenido que "gustar de verdad", una política que no me ha traído las mejores cosechas.
Chispita es graciosa aunque menudita, y admitiré que bastante mona de cara. Tiene unos labios que pueden evocar grandes fantasías sexuales, y desparpajo como ella sola. Una pena que sea espanyola, porque vine con bastante prejuicio a mis paisanos y con exacerbadas ganas de follarme cuantas guiris pudiera. Siempre me ha puesto bastante cachondo eso de compartir peripecias en la cama en otros idiomas. Chispita es amiga de amigos comunes, y lleva poco en la ciudad también. Una tarde de esas de café con porrito, Chispita se me abrió emocionalmente y me contó lo mal que lo había pasado por culpa de su novio en Espanya antes de venir. Yo estaba en grandes momentos de inspiración, con una vibración alta, y le hablé demasiado bien y con consejos demasiado acertados. Lo cinematográfico de mi tono de voz debió hacer el resto, porque Chispita quedó prendada de mi en ese preciso momento: lo supe. Han sido muchos cafés desde entonces, aunque he intentado evitarla, porque no quiero nada. Igual debería follármela, igual me vendría bien, igual no debería ni cuestionármelo, pero siempre he sido un poco especial y perezoso, y las chicas que me han gustado me han tenido que "gustar de verdad", una política que no me ha traído las mejores cosechas.
viernes, 1 de febrero de 2013
"No es oro todo lo que reluce"
He estado sin escribir mucho últimamente, y he seguido descubriendo la ciudad un poco más, pero las limitaciones que tengo ahora mismo me están frenando, lo siento así. Es cierto que en Espanya no era mejor la situación, pero quizá había idealizado el cambio pensando que todo iría genial y rodado casi desde el primer día, pero no: en Amsterdam tampoco atan los perros con longaniza.
Trabajar en la tienda, más allá de mirar a las ninyas que desfilan por allí cada día, se me empieza a hacer tedioso, largo, extremadamente aburrido. Tengo que estar todo el día de pie, y aunque no tenga responsabilidades, termino agotado y sin energía. Ese modus vivendi ha alentado y potenciado que sólo me dedique a comprar yerba y hash y enclaustrarme en casa, calentito, a fumar.
Trabajar en la tienda, más allá de mirar a las ninyas que desfilan por allí cada día, se me empieza a hacer tedioso, largo, extremadamente aburrido. Tengo que estar todo el día de pie, y aunque no tenga responsabilidades, termino agotado y sin energía. Ese modus vivendi ha alentado y potenciado que sólo me dedique a comprar yerba y hash y enclaustrarme en casa, calentito, a fumar.
domingo, 20 de enero de 2013
Y de fondo, la magia...
Era un sujeto altamente imprevisible, eso era obvio para todos los que le conocimos.
Podía ser el tío más hermético y reservado, y observarte atento desde su silencio, tanto como no parar de hablar, contarte todo, lo importante y lo que no, para luego desconectar con frecuencia de las conversaciones y perderse en sus propios pensamientos.
Y es que, más allá de su dicharachero entusiasmo, escondía un fondo lleno de sueños, deseos y creencias que le hacían especial. Hacían de él un soñador, un firme creyente en un algo invisible que guiaba a todos hacia el éxito. Esa locura le hacía sin duda especial.
Podía ser el tío más hermético y reservado, y observarte atento desde su silencio, tanto como no parar de hablar, contarte todo, lo importante y lo que no, para luego desconectar con frecuencia de las conversaciones y perderse en sus propios pensamientos.
Y es que, más allá de su dicharachero entusiasmo, escondía un fondo lleno de sueños, deseos y creencias que le hacían especial. Hacían de él un soñador, un firme creyente en un algo invisible que guiaba a todos hacia el éxito. Esa locura le hacía sin duda especial.
jueves, 17 de enero de 2013
Amando los cielos
Nadie hubiera podido comprender con facilidad de dónde le venía esa extraña conexión con la naturaleza. Sus últimos meses en Madrid habían sido reveladores, y el vínculo no lo había perdido en la nueva ciudad.
Es por eso que entre tanto canuto, paseo a pie y en bicicleta, y quedadas en cofis con los colegas, siempre encontrase un momento oportuno para pararse y pasar unos minutos mirando, simplemente contemplando.
Descubrió así, por estar atento, por sorpresa, que los cielos de Amsterdam se pintan de paletas de colores tan vivos que parecen sacados del celuloide. Vio cielos morados y amarillos, fundirse con los tonos de azul de la noche, que caía en invierno antes de las cinco, y en su caída dejaba niveles distintos de oscuridad hasta tornarse negra. Se paraba y hacía fotos, que jamás reflejarían tanta belleza original, con su móvil de mala muerte. Pero se sentía feliz apreciando su nuevo sitio, los rincones de su nuevo hábitat.
En el fondo, de forma extraña, algo le hacía sentir que no se había equivocado con su decisión, que en la ciudad le esperaban grandes cosas, y que allí se haría mucho más grande.
No podía ni imaginar cuánta razón había en aquellos pensamientos.
Es por eso que entre tanto canuto, paseo a pie y en bicicleta, y quedadas en cofis con los colegas, siempre encontrase un momento oportuno para pararse y pasar unos minutos mirando, simplemente contemplando.
Descubrió así, por estar atento, por sorpresa, que los cielos de Amsterdam se pintan de paletas de colores tan vivos que parecen sacados del celuloide. Vio cielos morados y amarillos, fundirse con los tonos de azul de la noche, que caía en invierno antes de las cinco, y en su caída dejaba niveles distintos de oscuridad hasta tornarse negra. Se paraba y hacía fotos, que jamás reflejarían tanta belleza original, con su móvil de mala muerte. Pero se sentía feliz apreciando su nuevo sitio, los rincones de su nuevo hábitat.
En el fondo, de forma extraña, algo le hacía sentir que no se había equivocado con su decisión, que en la ciudad le esperaban grandes cosas, y que allí se haría mucho más grande.
No podía ni imaginar cuánta razón había en aquellos pensamientos.
sábado, 12 de enero de 2013
"Nocheviejas y otras formas de desparrame"
Más allá de mi vida en la tienda ojeando transeúntes y mis paseos en bicicleta por los canales, observo crecer mi círculo social poco a poco. He pasado las navidades aquí, pero tengo que contar la que liamos en nochevieja.
Seríamos unos diez, no demasiados, pero el ambiente era genial. Estábamos en la casa de los chicos, Cristo, Julio, Frank con sus chicas y algún par de amigos más. Era nochevieja, había ganas. Yo acababa de llegar a la ciudad y eran mis primeras fiestas aquí, y esa energía que había traído aún se contagiaba lo bastante como para que, mezclada con el sentimiento navidenyo de quienes pasan las fiestas lejos de los suyos, explotara en maravilloso cóctel de jolgorio.
Cenamos en el salón, inmenso, y tomamos las uvas entre risas, cava y porros. Después subimos a la azotea a ver los fuegos. En Amsterdam se permiten los petardos sólo el día de nochevieja, por lo que todos los críos aprovechan para convertir la ciudad en una estridencia insoportable. De hecho, al pasar con la bici, es típico que te lancen a las ruedas algún explosivo, que provoca tu susto/sorpresa haciéndote mencionar a las madres de los revoltosos en no la mejor manera posible.
Seríamos unos diez, no demasiados, pero el ambiente era genial. Estábamos en la casa de los chicos, Cristo, Julio, Frank con sus chicas y algún par de amigos más. Era nochevieja, había ganas. Yo acababa de llegar a la ciudad y eran mis primeras fiestas aquí, y esa energía que había traído aún se contagiaba lo bastante como para que, mezclada con el sentimiento navidenyo de quienes pasan las fiestas lejos de los suyos, explotara en maravilloso cóctel de jolgorio.
Cenamos en el salón, inmenso, y tomamos las uvas entre risas, cava y porros. Después subimos a la azotea a ver los fuegos. En Amsterdam se permiten los petardos sólo el día de nochevieja, por lo que todos los críos aprovechan para convertir la ciudad en una estridencia insoportable. De hecho, al pasar con la bici, es típico que te lancen a las ruedas algún explosivo, que provoca tu susto/sorpresa haciéndote mencionar a las madres de los revoltosos en no la mejor manera posible.
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Bares,
Bicicleta,
Drogas,
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