sábado, 23 de marzo de 2013

Sin prisa ni miedo

Secretamente, le empezaba a pesar la propia pereza, la falta de voluntad. Seguía, y se sentía, demasiado atado a los porros. Vale, todo muy bonito desde su llegada, pero... más allá de fumar legalmente y haber descubierto postales maravillosas y tomado algunas pintas con personajes extravagantes... qué más había en la vida para él?

Su posición en España era más que decente, casi ventajosa, pero le quedaba corta. Tenía correa larga, pero todavía era correa, y él era demasiado libre. Y tenía un compromiso, el compromiso de crecer, de no parar de hacerlo porque sabía que era la única puerta a la felicidad, a su propia autorrealización. Por eso la conciencia empezaba a castigarle. Por un lado, se decía, estaba empezando a cuidarse un poco, a hacer flexiones y pesas, además de seguir practicando sus ejercicios tántricos, casi devotamente. Pero por otro seguía fumando más de cinco canutos diarios, y lo que era peor, empezaba a notar escandalosamente cómo su tolerancia en sangre había aumentado hasta un punto donde fumar apenas le colocaba. Increíble. En el país de la yerba, con la marihuana más potente del mundo, y necesitaba más de un gramo para sentir su estado alterarse.


Los horarios y el sueldo de la tienda no le dejaban mucho margen, ni para encontrarse con sus amigos, ni para tomarse con ellos las cervezas que quisiera. Expandió así su tiempo retomando viejas inquietudes, de temas tan variopintos como el HAARP, las llamaradas solares, las reuniones de Bohemian Grove o cualquier  cosa relacionada con su última pasión, la física cuántica.

Y todo esto que iba leyendo le iba recordando para lo que había venido. Y le iba recordando y reafirmando en su idea de que todo saldría bien. Era su destino, estaba apuntado a voces, a gritos. Nada podía fallar, y cualquier tropezón en el camino sería sólo eso, un tropezón del que levantarse.

A David le quedaba mucho por aprender, pero no tenía ni prisa, ni miedo.

2 comentarios:

  1. Escribes bien, y el blog me parece bastante divertido, me rio mucho, aunque creo que estas bastante colgado y que a lo mejor te fumas demasiados porrillos jajaja

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    1. Gracias por de que escribo bien . Cuanto son demasiados? ;).
      Espero que te sigas riendo, reir es bueno!

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