Además, en la bicicleta puede ser doloroso, especialmente los días de viento rabioso. Aunque lleves tu ropa térmica por debajo, si no tienes un buen abrigo...estás básicamente bien jodido. En serio, tengo dos; y a veces me pongo uno encima del otro, especialmente si tengo que salir por la noche a algún sitio. Por supuesto, luego cuando llegas al lugar, tienes que contar con cinco minutos sólo para quitarte las veinte capas de cebolla que llevas encima. Cuenta con otros cinco adicionales cuando quieras irte del lugar. Y si nieva, ni os cuento.
Tienes también que estar al día en complementos. Un gorro es casi obligado, y asegúrate de que te cubre bien las orejas. Bufanda, muy útil también. Y aunque vayas protegido hasta los huesos, y con tu gorrito y tu bufandita, si no llevas guantes y hace frío de verdad... estás básicamente bien jodido. Empezará a ser molesto a los dos minutos, pero si vas en la bicicleta, pronto sentirás escozor, e inmediatamente después el dolor, punzante. Intentarás bajar las mangas de tu abrigo para que cubran tus nudillos, sobre el manillar, golpeando el aire inevitablemente, recordándote a cada segundo lo gilipollas que fuiste por no gastar 3 euros más en el Hema.
Eso sí, algo bueno tenía que tener: cuando sales ciego de un garito, la hostia meteorológica te espabila de un tirón.
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