"No es oro todo lo que reluce"

He estado sin escribir mucho últimamente, y he seguido descubriendo la ciudad un poco más, pero las limitaciones que tengo ahora mismo me están frenando, lo siento así. Es cierto que en Espanya no era mejor la situación, pero quizá había idealizado el cambio pensando que todo iría genial y rodado casi desde el primer día, pero no: en Amsterdam tampoco atan los perros con longaniza.

Trabajar en la tienda, más allá de mirar a las ninyas que desfilan por allí cada día, se me empieza a hacer tedioso, largo, extremadamente aburrido. Tengo que estar todo el día de pie, y aunque no tenga responsabilidades, termino agotado y sin energía. Ese modus vivendi ha alentado y potenciado que sólo me dedique a comprar yerba y hash y enclaustrarme en casa, calentito, a fumar.


Y es que el tiempo es una mierda, y por más que acabe de llegar, mis amigos pasan de salir con este frío, y aunque lo hicieran, mi presupuesto no da para mucho. Vine con algo de dinero, pero ahora vivo sólo con lo de la tienda, que aunque pague semanalmente, no son más que míseras monedas. 7 euros por hora no me da para nada, teniendo en cuenta que mis semanas pueden variar en horas de trabajo. Con comer y fumar casi que se me va todo.


Luego está el tema de los horarios. Al haber llegado el último, soy el que menos preferencia tiene para elegir, por lo que me pringan cada fin de semana, eliminándome la posibilidad de salir con mis amigos a las fiestas que organizan, que como cualquiera, son siempre en fin de semana.

A veces entro a trabajar un domingo a las diez. Sí, sí, ya sé que podría ir a la fiesta un rato y marcharme no muy tarde, pero mi motivación está realmente baja. Vamos a fumarnos veinte petas, tomarnos diez cervezas y acabar como siempre: igual pero sin un duro.

Empieza a resultarme obvio que debo encontrar otro trabajo, de lo contrario tendré que marcharme de vuelta a casa, justo lo que menos quiero. Vine a un camino mágico y aún creo que está aquí mi sino, pero debo empezar la segunda fase o me quedaré estancado. Lo siento, ha llegado el momento de la fase 2: voy a encontrar un trabajo nuevo, de lunes a viernes, bien pagado, y también una casa propia. Entonces será momento de dedicarse a vivir. Mejor, quiero decir.